Por favor, ¡basta ya! Qué manía con decir que los videojuegos afectan a la conducta de los individuos. A ver, vamos a ponernos en situación antes de que empiece aquí a despotricar contra el universo.
Al entrar en la página web de orientared, me he encontrado con una serie de documentos que pueden servir para conocer a tus alumnos o para fomentar la tolerancia o para orientarlos en su futuro. Los que he podido abrir, porque muchos de ellos no se podían ver por un error de la página, me han parecido bastante interesantes. Por eso, cuando he visto que una de las carpetas .zip se llamaba "los videojuegos" he hecho click buscando actividades relacionadas con este tema. Me he decepcionado un poco cuando he visto que dentro de la carpeta solo había un documento de word, pero bueno, lo he abierto todavía con ganas de ver qué podía ofrecerme.
Ya la foto que aparece al principio del documento me ha dado mala espina. Para variar, está en el tono de esa creencia popular de que todos los juegos son violentos y bélicos, así que lo primero que vemos es un collage en el que aparecen tres tíos mazados llevando un arma de fuego.
O sea, solo se mencionan las investigaciones una vez y es para decir esta estupidez. ¿Qué quieres que reflexione de aquí? Pues me parece muy bien que a los chicos les gusten más los videojuegos. ¿Los hace eso mejores? ¿Los hace peores? Es que salvo que quieras que las chicas adolescentes dejen de jugar a videojuegos porque es algo "de chicos", no sé qué más se puede decir, la verdad. ¿Y es en este documento donde se habla de aceptarse a uno mismo? Este último punto no creo que ayude para nada, porque después de leer todo esto, a ver quién es la pobre chica que se atreve a decir que los videojuegos son bastante útiles y que además a ella le encantan.
Me gustaría decir que los videojuegos, lejos de traumatizarme y convertirme en una persona muy violenta, me han servido como entretenimiento en muchas ocasiones. Recuerdo haber pasado bastantes horas frente al televisor jugando al Mario Kart, y todavía no ha surgido en mí el instinto de lanzar cáscaras de plátano al resto de conductores. También me encanta jugar al Porfesor Layton, que además de tener una historia genial y unos personajes muy bien formulados, te pone a resolver puzzles de lógica que fomentan bastante tu pensamiento lateral (¡muchos de esos rompecabezas tienen trampa!). También he estado enganchada a los juegos de Zelda, y más recientemente a la saga de Assasin's Creed. Sí, sí, tienes que matar a mucha gente, pero el contexto histórico es una pasada.
En estos juegos además aparecen un montón de personajes históricos, y cada uno de ellos tiene una entrada para que puedas leer la importancia de ese personaje en la vida real. Incluso los contenidos descargables como Freedom's Cry están llenos de referencias históricas. En este caso, nos convertíamos en un esclavo liberado durante la colonización Británica. Cada vez que nuestro personaje se acerca a una plantación para liberarla, se escuchan los cantos que entonaban los esclavos para trabajar.
¿Y el modo campaña de Call of Duty? ¿Quién necesita libros de historia pudiendo participar en primera persona en las guerras de los estadounidenses? Y direis: en todos los juegos los personajes son chicos. Normal que solo jueguen ellos. ¿Seguro? Empezad a jugar a Horizon Zero Dawn y ya me hablareis del empoderamiento de la mujer.
Como conclusión, los videojuegos no son el demonio, sino que te permiten aprender un montón de cosas y de una forma muy entretenida. Vamos a dejar de echarles la culpa del comportamiento de los niños y vamos a empezar a verlos como una forma de ocio igual de válida que el resto. Tenemos que dejar de culpar a los chavales por jugar. No están haciendo nada malo y no tienen que sentirse culpables. ¿O es que vamos a prohibir también la literatura negra y de terror?
Al entrar en la página web de orientared, me he encontrado con una serie de documentos que pueden servir para conocer a tus alumnos o para fomentar la tolerancia o para orientarlos en su futuro. Los que he podido abrir, porque muchos de ellos no se podían ver por un error de la página, me han parecido bastante interesantes. Por eso, cuando he visto que una de las carpetas .zip se llamaba "los videojuegos" he hecho click buscando actividades relacionadas con este tema. Me he decepcionado un poco cuando he visto que dentro de la carpeta solo había un documento de word, pero bueno, lo he abierto todavía con ganas de ver qué podía ofrecerme.
Ya la foto que aparece al principio del documento me ha dado mala espina. Para variar, está en el tono de esa creencia popular de que todos los juegos son violentos y bélicos, así que lo primero que vemos es un collage en el que aparecen tres tíos mazados llevando un arma de fuego.
Pero bueno, ya estoy bastante acostumbrada a esto, por lo que tampoco me ha llamado mucho la atención. Así que he empezado a leer el documento. Es un cuestionario en el que preguntas al alumno una serie de cuestiones relacionadas con un videojuego que le guste (aunque me parece curioso que en ningún apartado haya que poner el nombre). Y bueno, después de eso pregunta un poco por los gráficos y el número de jugadores que pueden jugar... Y después empieza la parte molesta.
"¿Qué te puede aportar? ¿Es violento o agresivo? ¿Incita al desprecio u odio a otras personas?" A ver... que los videojuegos son solo eso. VIDEOJUEGOS. Te aportan lo mismo que un juego de mesa, y son igual de agresivos. ¿El Cluedo te incita al asesinato? ¿Y el parchís al canibalismo? Oye, es que cada vez que te comes una ficha del otro jugador consigues una ventaja importante. Igual también pasa si te comes a una persona en la vida real.
Me ha sorprendido bastante que hiciesen dos preguntas que podrían ayudar a la visión positiva de los videojuegos: "¿Favorece la creatividad?" y "¿Te ayuda a desarrollar tu ingenio o habilidad?" Por lo menos en este punto el pobre chaval va a tener la oportunidad de decir que los videojuegos también le aportan algo bueno, aunque leyendo la siguiente parte del documento, imagino que se espera que la respuesta a esta pregunta sea no. Bien es sabido que todos, TODOS los videojuegos consisten en matar a otras personas de la forma más cruel posible sin ton ni son.
Y digo esto por las cuatro maravillosas reflexiones que aparecen más tarde en el documento. Voy a ponerlas aquí y a comentarlas de una en una, porque creo que merece la pena:
- Los videojuegos en algunas personas pueden proucir cambios en el carácter de sus jugadores, convirtiéndoles en sujetos aislados, introvertidos, y desinteresados por todo aquello que ocurre a su alrededor.
NO HAY NINGÚN ESTUDIO QUE PRUEBE ESTO. Si el adolescente se vuelve introvertido, no es por culpa del videojuego, sino por su entorno social. El videojuego es solo una vía de escape. De hecho, la mayoría de videojuegos tanto de ordenador como de consola, te permiten jugar con o contra otras personas, de manera que los videojuegos pueden incluso ayudarte a socializar de una forma nueva con gente que puede tener otras ideas u otras culturas diferentes a la tuya. Y esto favorece la tolerancia.
- La magnitud que el videojuego ha alcanzado hoy en día ha dado a esta actividad un sentido muy diferente al de cualquier otra actividad de ocio. Jugar con videojuegos probablemente no sea una actividad más, sino que constituye un reto en el que se ponen a prueba sentimientos de competencia y la manera de aceptarse a uno mismo.
¿Pero qué me estás contando? O sea que si eres malo a un videojuego, ¿te vas a dejar de aceptar a ti mismo, o cómo va esto? Me encanta la frase de "un sentido muy diferente al de cualquier otra actividad de ocio". Si es que parece que ahora los videojuegos no sirven para divertirse, sino para psicoanalizarse a uno mismo.
- Jugar videojuegos agresivos puede tener efectos negativos a corto plazo en el estado emocional del jugador. Además, los cambios afectivos dependieron del tipo de videojuego empleado. El videojuego más agresivo condujo a incrementar la hostilidad y la ansiedad, en relación a aquellos sujetos que no jugaron videojuegos.
Cualquier juego tiene efectos a corto plazo en el estado emocional del jugador. ¿Si ganas al parchís no te pones contento? ¿Y si te comen justo cuando estabas llegando a la zona de tu color no te enfadas? Y la reacción no depende del tipo de videojuego empleado, sino del jugador. De si es más o menos competitivo, porque da igual jugar al Call of Duty que al Mortal Combat. ¿Y qué es eso de comparar esa emoción con personas que no juegan? Si haces un estudio entre las emociones de la gente que juega y la que está tumbada en el sofá, evidentemente va a haber más ansiedad en las personas que han estado jugando. ¿No pasa lo mismo cuando analizamos la ansiedad de los corredores de atletismo?
Y sin más esperas pasemos a la última actividad de reflexión, porque es la que me ha llegado al corazón.
- La mayor parte de investigaciones que han estudiado las preferencias en función del sexo, coinciden en señalar que el videojuego de media y alta frecuencia es una actividad casi exclusiva de chicos.
Me gustaría decir que los videojuegos, lejos de traumatizarme y convertirme en una persona muy violenta, me han servido como entretenimiento en muchas ocasiones. Recuerdo haber pasado bastantes horas frente al televisor jugando al Mario Kart, y todavía no ha surgido en mí el instinto de lanzar cáscaras de plátano al resto de conductores. También me encanta jugar al Porfesor Layton, que además de tener una historia genial y unos personajes muy bien formulados, te pone a resolver puzzles de lógica que fomentan bastante tu pensamiento lateral (¡muchos de esos rompecabezas tienen trampa!). También he estado enganchada a los juegos de Zelda, y más recientemente a la saga de Assasin's Creed. Sí, sí, tienes que matar a mucha gente, pero el contexto histórico es una pasada.
En estos juegos además aparecen un montón de personajes históricos, y cada uno de ellos tiene una entrada para que puedas leer la importancia de ese personaje en la vida real. Incluso los contenidos descargables como Freedom's Cry están llenos de referencias históricas. En este caso, nos convertíamos en un esclavo liberado durante la colonización Británica. Cada vez que nuestro personaje se acerca a una plantación para liberarla, se escuchan los cantos que entonaban los esclavos para trabajar.
¿Y el modo campaña de Call of Duty? ¿Quién necesita libros de historia pudiendo participar en primera persona en las guerras de los estadounidenses? Y direis: en todos los juegos los personajes son chicos. Normal que solo jueguen ellos. ¿Seguro? Empezad a jugar a Horizon Zero Dawn y ya me hablareis del empoderamiento de la mujer.
Como conclusión, los videojuegos no son el demonio, sino que te permiten aprender un montón de cosas y de una forma muy entretenida. Vamos a dejar de echarles la culpa del comportamiento de los niños y vamos a empezar a verlos como una forma de ocio igual de válida que el resto. Tenemos que dejar de culpar a los chavales por jugar. No están haciendo nada malo y no tienen que sentirse culpables. ¿O es que vamos a prohibir también la literatura negra y de terror?
¡Muy interesante la reflexión, aparte de acertada! El tono es muy gracioso, a la vez que crítico. Totalmente de acuerdo en que al final, diciendo que "solo los chicos juegan a videojuegos", se está consiguiendo lo que se "trata de evitar": que las chicas sientan que no pueden jugar.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Juan! Me alegro de que te haya gustado la entrada! :)
EliminarYo es que soy muy de anécdotas: siempre cuento que, en el colegio, mis padres me apuntaron a unas clases de mecanografía (no sé si es gracias a eso, pero ahora escribo tan deprisa que podría optar a taquígrafa del Congreso si esto de la docencia no sale bien) y el profe nos daba un descanso para que hiciéramos lo que quisiéramos con el ordenador. Los demás hablaban por chat con el que tenían al lado (sí) o jugaban. Yo, como, por aquel entonces, no tenía internet en casa, estaba más perdida que Adán el día de la Madre, así que me fijé en la página que tenía abierta el de al lado, que era Minijuegos, entré y abrí el primer juego que salía. Lo recuerdo como si fuese ayer: era un juego en el que tenías que pegar a Bin Laden (sí); para más inri, el volumen de mi ordenador estaba al máximo y se oyeron los golpes y los quejíos por toda la clase. A pesar de este trauma infantil mío, estoy muy de acuerdo con tu argumentación, los videojuegos están innecesariamente demonizados y se habla muy poco de su efecto catártico y potenciales beneficios a nivel cognitivo. Enhorabuena por el blog, me encanta el tono desenfadado –y también los GIFS, por supuesto- buen trabajo! ;)
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Eva! Creo que todos tenemos un trauma con la página de minijuegos.com. El mío se llama Happy Tree Friends, una especie de video en el que un conejito rosa se tiraba por un tobogán. De repente, las tuercas de tobogán se soltaban y entonces las láminas del tobogán decapitaban al conejito. Sí, adiós cabeza, hola trauma. Creo que el truco está en mirar el pegi, pero claro, a esa edad, el pegi nos importa bien poco. ¡Me alegro de que te haya gustado mi blog (y los GIFS)!
EliminarMe ha encantado esta entrada. Parece que se hace todo lo posible para minusvalorar los videojuegos, y es cierto que cualquier mente perezosa incapaz de contrastar información (que son muchos, por desgracia), puede pensar que son malos. Me repatea mucho que solo se dé bombo a lo "negativo", pero nunca se mencionen los beneficios que los videojuegos pueden ofrecer.
ResponderEliminarCuando era pequeño, muchos juegos (sobre todo los de la Nintendo 64) estaban en inglés, y no veas lo que me ayudó con el idioma, a pesar de que al principio me guiaba por pura intuición porque no me enteraba de nada. Esta pequeña anécdota la cuento para dar a conocer uno de los muchos beneficios que dan (o daban, ya que ahora casi todo está traducido) los videojuegos, aparte del aumento de ingenio, creatividad, etc.
En resumen, esta entrada debería ser un artículo de cualquier periódico importante, a ver si se les mete en la cabeza a muchos que los videojuegos no son malos!!
¡Muchas gracias, Isi! Me ha encantado que hayas compartido la anécdota. Yo también lo he pasado un poco mal con los juegos sin traducir, pero parece que al final nos ha ido bien con el inglés, ¿no? :D
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