Silencio incómodo

La entrada de hoy se va a centrar en elegir un conflicto que puede surgir en el aula y tratar de buscar una solución. Aunque lo primero que se nos ocurre es pensar en el bullying o en un alumno conflictivo que fuma en el baño, me gustaría compartir con vosotros el conflicto que viví en mi clase de 3º de la ESO. Sé que puede parecer un poco surrealista, pero os aseguro que lo que voy a contar aquí es totalmente cierto. Si no me creéis, podeis preguntar a mi compañera Eva (que además tiene un blog genial).


Después de haber estado durante dos años con los mismos compañeros en clase, en 3º de la ESO las altas esferas decidieron mezclarnos.... no sabían lo que les esperaba. A principio de curso, apenas nos conocíamos. Yo solo conocía a un par de personas, pero como nos sentaron por órden de lista, solo me podía limitar a obsrvarlos desde la distancia. Cuando los profesores entraban en clase diciendo "buenos días" y nadie contestaba, los dos primeros meses nos miraban con una sonrisa y decían "oh, vaya, sois tímidos". Sin embargo, poco a poco se dieron cuenta de que no cotestábamos. Nunca. A nada. Nos preguntaba si lo habíamos entendido o simplemente si teníamos hechos los deberes. Y nadie decía nada.

A medida que fue avanzando el curso, mi compañero de mesa y yo nos hicimos muy amigos. Siempre comentábamos lo raro que nos parecía que nadie hablase, pero ¿cómo íbamos a ser nosotros capaces de romper el hielo? Esto lo hablábamos en el cambio de clase, claro. Durante la lección solo se oía al profesor. Nadie murmuraba y los pobres docentes estaban tan desesperados que si oían a alguien hablar con su compañero se lanzaban a preguntar si alguien tenía alguna duda o si estábamos todos bien. Era horroroso.

Para colmo, como a mitad de curso los profesores decidieron cambiarnos de sitio a mitad de curso a ver si iba mejor. Pero como la gente solo hablaba con su compañero de mesa, esto solo consiguió que el silencio perdurase incluso entre nosotros. ¡Era una locura! Viendo que los resultados eran incluso peores, decidieron volver a colocarnos por órden de lista.

A medida que fueron pasando los meses, la desesperación de nuestros profesores iba en aumento. Pasaron del "Oh, son tímidos, qué monos" a "OS VOY A ESTAMPAR LA CABEZA CONTRA LA PARED A VER SI ASÍ HABLÁIS" o "COMO NO ME CONTESTEIS AHORA MISMO SI HABEIS HECHO LOS DEBERES, OS PONGO UN EXAMEN AQUÍ Y AHORA". El problema fue que seguimos sin hablar, y en el segundo caso, hasta tuvimos que hacer el exámen.



Ahora, pensando sobre todo aquello me siento estúpida. No nos estaban preguntando cuántas lunas tenía Saturno, sino simplemente si habíamos hecho los deberes o si lo habíamos entendido. Eran solo respuestas de sí o no. Pero supongo que en ese momento, destacar de alguna forma y salirme del grupo me parecía lo peor que podía hacer.

Las medidas que tomaron mis profesores ahora me parecen bastante acertadas. Cambiarnos de sitio era una buena opción. Quizás no habíamos congeniado del todo y solo necesitábamos un cambio de ambiente de trabajo. También entiendo su desesperación. ¿Quién podría esperarse algo así? ¡Es que no decíamos nada salvo que nos preguntasen individualmente!

Nuestra tutora intentaba hablar con nosotros y "picarnos" diciendo que éramos unos aburridos (nos llamaba "los del encefalograma plano") e intentando crear algún tipo de competitividad con el otro grupo que, al parecer, era mucho mejor. Pero nada funcionó, y nos confesó a final de curso que todo lo que nos había dicho era para ver si conseguía despertarnos, pero que había sido un fracaso y que solo nos prometía que iba a mover cielo y tierra para que al año siguiente nos mezclasen otra vez y así disolver nuestra secta. Y ya sea por su intervención o porque en 4º hay optativas que efectivamente nos movieron de grupo otra vez y volvimos a recuperar el habla. Creo que para encontrar una clase así de nuevo tienen que juntarse los astros otra vez, porque si no, no me lo explico. Sobre todo cuando, incluso después de tomar todas las medidas posibles, el grupo siga sin reaccionar.

Espero que os haya parecido una entrada interesante, especialmente ahora que se acerca Halloween y las cosas paranormales nos atraen más que nunca. Si se os ocurre alguna forma de resolver esta situación, ¡no dudeis en ponerla en los comentarios!


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