Coaching Coaches

En esta entrada me gustaría comentar un poco las profesiones que entran dentro del ambito de la orientación. Parece que hay un poco de confusión con la terminología, así que voy a poner aquí por escrito las distintas definiciones y después hablaremos de ellas a través de una comparación:

  •  Coach educativo: Esta figura será la encargada de mejorar las condiciones de aprendizaje del alumno. Para ello, promueve cambios cognitivos, emocionales y conductuales que amplían la capacidad de acción de la persona. Esto quiere decir que el coach no instruye al alumno de forma directa, sino que ayuda a crear las condiciones apropiadas para aprender y crecer.


  • Tutor: Pofesor que mediante técnicas específicas de observación, conoce a los alumnos que se encuentran bajo su tutoría y los ayuda de una forma directa e inmediata, coordinando su acción con la de los demás profesores y los padres. El tutor es guía en la trayectoria académica del estudiante, orientador, coordinador, catalizador de actitudes, conductor del grupo y experto en relaciones humanas. 
  • Orientador: Tradicionalmente se entiende que el orientador guía al alumno en la toma de decisiones que afectaban a su futuro. Sin embargo, el orientador también toma partido en la metodología de estudios aplicada en el propio centro, participa activamente en campañas de concienciación y responsabilidad con el estudio, y mantiene un contacto permanente con las familias y los alumnos, estudiando su situación personal y evaluando soluciones que beneficien principalmente a la estabilidad y equilibrio del menor.
  • Asesor: Profesor cuya función es orientar al alumno, apoyándola en experiencias educativas. Es la orientación al estudiante en el proceso de aprendizaje, en el desarrollo como persona, como profesional y como miembro de la comunidad. La palabra asesor significa sustentar, estar cerca para auxiliar, y permite que el estudiante vislumbre y descubra los caminos del saber. 
  • Influencer: Persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto y que por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse es un prescriptor interesante para una marca.

Aunque la función de estas cuatro figuras es muy parecida en términos de que todas ellas afectan de un modo a otro al estudiante, podemos establecer ciertas diferencias. En primer lugar, creo que lo más justo es dejar a los influencers aparte, ya que ellos no tienen ningún tipo de educación especializada sobre aquello que nos están diciendo. Por supuesto, no estoy minusvalorando la posición de los influencers. Ponerse delante de una cámara y conseguir entretener al público lo suficiente como para que te siga y vea el resto de tus videos me parece un reto muy difícil de conseguir. Hay gente que piensa que solo tienen que ponerse delante del ordenador y hala, a hablar. Pero creo que cualquier video con un poco de calidad no se reduce solo a eso. El influencer tiene que decir qué quiere contar y cómo quiere contarlo. Tiene que cuidar su vocabulario, su lenguaje corporal y los fenómenos del área en los que va a grabar el video. Después hay todo un proceso de editado del video. Hay que quitar las partes que han salido mal y volver a grabarlas, y hay que cortar y pegar aquí y allá, poner música... En fin, que lleva bastante trabajo... Pero no me parece justo compararlo con el resto de profesiones para las que parece que, en un principio, sí que tienes que estar más preparado. 

Creo que la diferencia más clara entre estos cuatro conceptos está en el número de estudiantes a los que normalmente se dirigen. Mientras que el tutor y el orientador pueden estar más centrados a los grupos, el coach educativo y el asesor parecen estar destinados a una labor más individualizada. Por un lado, los tutores parecen encargarse de problemas puntuales en el grupo, mientras que los orientadores se encargan de problemas más persistentes, además de ser la figura que une la institución con los alumnos y los padres. Por otro, tanto el asesor como el coach educativo paraecen tener como función el conseguir que los estudiantes aprendan más y mejor, pero parecen diferenciarse en el método. Mientras que el coach educativo parece ayudar a los alumnos a conocerse a sí mismos para iniciarse en nuevas estrategias de aprendizaje, los asesores son figuras guía en los que los estudiantes pueden apoyarse para resolver cuestiones más prácticas. 

Aparte de estas profesiones, podemos incluir aquí también a la figura del mediador, que se encarga de dirigir a una persona o acción hacia un fin determinado. Su función suele ser normalemnte interponerse entre dos o más que riñen o contienden, procurando reconciliarlos o unidos en amistad. Esta figura es imprescindible, ya que, al estar especializada en la resolución de conflictos, puede resultar de mucha ayuda en los centros educativos.




No importa el camino que los profesionales sigan para llega a realizar estas funciones. Lo importante es tener vocación para ellas y saber qué cualidades y aptitudes tiene cada uno para llevarlas a cabo. Quizás, si no eres una persona muy asertiva, es mejor que no te conviertas en moderador del centro; de la misma manera que si se te da bien ver los puntos fuertes y débiles de los alumnos, podrías ayudar mucho en tu centro como orientador. 

Sin embargo, puede que no todos tengamos estas capacidades de forma natural. ¿Solución? Seguir en permanente formación. Participar en cursos que nos ayuden a conocernos a nosotros mismos y a los demás para poder servirles de ayuda y ofrecerles consejo. Estos cursos, que tampoco nos van a llevar mucho tiempo, nos van a ofrecer claves para convertirnos en coachers y tutores que dejen huella en sus alumnos.


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